Sociología de la Educación (Sandra, Acker)

En la sociología de la educación la actividad feminista esta encauzada hacia procesos sociales dentro de la escuela, la escolarización contribuye a la reproducción de las relaciones de género y transmite códigos de género, así como reproduce las relaciones de poder de la jerarquía masculino/ femenino. Los profesores juegan un papel muy importante en la determinación y el control de género. La existencia de una estructura patriarcal dentro de las jerarquías del personal de la escuela favorece a la transmisión de mensajes poderosos sobre la dominancia del varón. El sexo es la diferenciación en la vida escolar, a los alumnos se les sitúa en lo que equivale a una escolarización no mixta y los libros de textos escolar muestra sesgos, estereotipos y olvido de temas relacionados con las mujeres, ya que por obviedad a las chicas en la educación se les enseña lo que llaman ciencia doméstica, surgiendo así preferencia del profesorado las cuales son específicas según el sexo, el profesorado prefiere a las chicas en estudios primarios y a los chicos en estudios secundarios ya que se cree que con los chicos existen fuentes de interacción más valiosas. Los chicos obtienen más atención y el contenido del trabajo en el aula se elige con frecuencia pensando solo en los varones, en este pensamiento se considera que los logros académicos de las chicas se deben más a su dedicación que a su talento.
Dice el autor Davies que el control de las chicas se vuelve más difícil en secundaria porque en las escuelas en este grado académico prohíben el castigo físico para ellas, que lo más importante es enfocar la atención en los varones y enfocar el trabajo en ellos agregando actividades que les llamen la atención y que aunque es cierto que las chicas se quejarán por no ser tomadas en cuenta al final accederán y seguirán adelante y que en realidad no es importante la respuesta ofrecida por ellas.
Wolpe, otro autor, cree que el espacio dentro y fuera de la escuela está dividido en territorios de chicas y chicos, que los chicos dominan ambos espacios y mientras tanto las chicas deben mantenerse en lugares específicos donde puedan llevar a cabo alguna actividad recreativa siempre y cuando no estorben al territorio masculino; en estas situaciones es notoria la atención que se le ofrece a las chicas solo si le encuentra cerca de algún profesor siendo que los chicos pueden tener la libertad también en ese aspecto, sin ser mal vistos o juzgados.

Relaciones entre género, educación y trabajo
Los acontecimientos dentro de la escuela son el papel fundamental en oportunidades para la mujer y fuente de resistencia y cambio, los estudios realizados en los años 60´s en Sociología de la Educación para ser más específicos mostraban como eran las subculturas de los alumnos en la escuela pero solo hacían mención al género masculino. En los años 70´s la interacción profesorado-alumnado se mencionan pero sin una identidad definida, sin hacer realce del género y sin especificar al tipo de grupos al que iba dirigida la educación; tomando en cuenta lo anterior surge una propuesta, y esta es el realizar investigaciones sobre la interacción en el aula o sobre la forma de procesar el conocimiento en el currículo, y así entender la diferenciación de chicos y de chicas en el aula.
Los investigadores (sociólogos) no aprecian como problemática la diferencia sexual y es por esto que las investigaciones feministas permanecen sin gran valor y desconocidas, y esto es porque la corriente dominante de la sociología de la educación permanece inmutable al pensamiento feminista, las publicaciones del pensamiento feminista solo son publicadas en ediciones especiales de revistas o llevado como parte de tesis de investigación, pero eran publicaciones con limitación de circulación y teniendo como audiencia solo a las mismas feministas y no a los sociólogos; los libros de sociología de la educación excluyen intereses feministas y sus aportaciones son un 10 por ciento en libros y el 20 por ciento en revistas, por lo tanto, el trabajo que está publicado o circulando limitadamente no podía leerse. La corriente dominante de la sociología de la educación permanece inmutable al pensamiento feminista, por esto profesores no tienen la posibilidad de ser alertados para que presten atención a la desigualdad sexual en las escuelas y en la sociedad.

Por último, es importante mencionar que:

Si hubiera más mujeres en puestos decisivos del mundo académico, especialmente en los influyentes, las oportunidades para que se extiendan las ideas feministas serían mayores y los “modelos de las mujeres” tendrían mayor credibilidad dentro de la Sociología en General y en la Sociología de la Educación.